Los sistemas usados por empresas y organización han evolucionado así:

  • En 1970 se usaban los sistemas a la medida, que es software diseñado específicamente para las necesidades de cada empresa.   Su ventaja era que automatizaban todos los procesos justo como se necesitaba, pero su desventaja era que solo servían para la empresa que pagaba el desarrollo, y su costo, en rangos de cientos de miles de dólares.    Los usaban las grandes empresas que por su magnitud pueden obtener beneficios superiores al costo.

  • En 1980 se inician los paquetes comerciales, especializados en los trabajos empresariales comunes: contabilidad, inventarios, etc.   Diseñados para un trabajo específico, ofrecen funciones y datos fijos, no adaptables a cada empresa, pero se venden a miles de empresas que así comparten el costo y permite bajar el precio a cientos o miles de dólares.   Su desventaja radica en que automatizan solo un proceso, sin integrar la información completa de la empresa ni usar los datos específicos que necesita.   Esta debilidad es inherente a su estructura; si son sistemas para todos no pueden especializarse en nadie, ni puede usar datos que no sean comunes a todos.

  • Para 1990 se popularizan los sistemas del tipo ERP (Enterprise Resource Planning), que ofrecen una solución a las limitantes: módulos pre-programados e integrados, especializados en inventarios, cobranza, contabilidad, etc. que integran la información de los diversos procesos de la empresa, pero deben ser adaptados a cada empresa por programadores.   Esto permite integrar la información de la empresa, que es la debilidad esencial de los paquetes comerciales, sin el precio exorbitante de los sistemas a la medida, pues al adaptarlo a muchas empresas se comparte el costo del desarrollo, y por tanto el costo baja a decenas de miles de dólares.

  • A partir del 2000, los sistemas del tipo BPM (Business Process Manager) y Workflow (flujo de trabajo), que dan un paso adelante al ofrecer a las empresas soluciones informáticas con mayor funcionalidad y a menor precio, usando un enfoque diferente.   Tanto en ERP como en BPM la empresa tiene que definir los proceso que necesita y datos que usa, pero en ERP los módulos pre-programados se adaptan a cada caso por programadores especializados, y en BPM, a partir del diseño de procesos hecho por la empresa, se genera automáticamente el código para automatizar los procesos, con los datos que necesita. 

Con ello, se logra una funcionalidad adaptada a las necesidades de cada empresa; y como no necesita programadores especializados para adaptarlo, puede venderse a muchas empresas con precios bastante menores a los ERP, en el rango de miles de dolares